lunes, 1 de septiembre de 2014

Sube y baja

Mi cabeza es como un ascensor
las correas suben y bajan
pero no se paran,
me gusta estar de paso
por ningún punto fijo de tu cuerpo,
soy sensible al movimiento,
tus piernas son parte de él
y a mi, me vuelve idiota el balanceo.

Pero hablemos de sentimientos,
aunque sea algo imperfecto
y respire con dificultad,
no voy a decir que te quiero,
porque no hay excusas suficientes
para demostrarte que lo hago,
son pasos longitudinales
los que hago para rozarte el corazón.

Es áspera la sensación de vacío
aunque estés a escasos dos centímetros,
es inventarse concesiones
lo que el amor provoca,
y qué quieres que te diga
es mejor quererte y dejarte
que abalanzarme sobre ti en cada semáforo
buscando algo que no existe
y lo queremos disfrazar de lujuria.

Ya hemos visto que los paseos aburren,
que uno encima del otro nos renta
y no nos hemos enamorado.
Bueno puede que en cada adoquín
queden restos de los intentos
pero el mucho placer vivido
no compensa la realidad,
seamos sinceros,
no me quieres de verdad.

De verdad, no sé que busco
explicando lo que has sido y lo que no,
es fugaz el ardor de mis ojos
pero muy frecuente que te dije adiós.
Ahora cada paso que doy
astilla mi confianza ciega
no quiero aumentar mi desazón
los pub de Malasaña me esconden
y solo quiero encontrarte.

El busto en mi cama cuando dormías
o el vino que reflejé en tus ojos
no dormíamos por temor
no queríamos desprendernos de ese calor,
era imprevisible mi sofá
siempre convertía la ternura en algo más
nunca me cansé de colocarte sobre mi
solo me cansé de que huyeras por mi.

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