El humo se
dedica a invadir
a observar
en cualquier sitio
se mete en
tus pulmones
y solamente
invade.
Invade como
quién mira
toca como
quién roza
se sumerge
entre tu pelo
y arrastra
firme tu respiración.
Congela
hasta tus huesos
provoca que
te quemes
soltando
bocanadas sin aliento
que
naufragan entre caladas.
Ni si
quiera llegas a una sonrisa
pues es
nauseabundo tu reflejo
apareces y
te ocultas entre su olor
que ahora
es fuerte en tu piel.
Comparo el
humo con amar
porque
borra y escribe a su antojo
se levanta,
se rompe y se pega
pero nunca
se queda.
Le gusta.
Le encanta.
Es
insaciable.
Y se
desmorona.
Late fuerte
y explota.
No
encuentra nada más.
Es una
suposición aletargada.
Mientras
surge de lo más hondo.
Ál. Fdez
No hay comentarios:
Publicar un comentario