sábado, 5 de septiembre de 2015

Cerca del fin

Oscuro. Todo está oscuro. Pero no siente miedo, no pide ayuda, no piensa en una forma de escapar. Se encuentra en paz dentro de esta oscuridad. Todo ha ido tan deprisa que no le dio tiempo a procesar las emociones. Siempre le dijeron que lo importante era la familia, cuando no quedara nada, la familia estaría a su lado pero ¿qué queda cuando ni tu familia te apoya? Esa puta pregunta le torturaba día y noche. Sólo tenia 18 años, unas marcas en el brazo de cortes sin sentido, y un recuerdo de una infancia feliz. Empieza a reírse, como se ríen los locos de su locura, y decidió quedarse en esa oscuridad donde nada pasaba. Ni siquiera el tiempo. Donde estaba en paz con el mundo.

La bañera quiso encontrarle, arroparle y desangrarle. Las horas pasaban, volaba su vida, moría en el agua. Las cuchillas trabajaron a destajo por dejarle seco, olvidado, deprimido y acabado. Cerró la puerta para que el mundo no encontrase ni su pulso ni sus pupilas. Se preguntaba si alguien se acordaría de él, si llorarían o si perduraría parte de su recuerdo. El ataúd sería amplio, sería su nuevo hogar. Pero alguien tira la puerta, le encuentra, le despierta de su sueño. Las venas ya no se escapan, su corazón late de nuevo, lento, con dificultad, pero se encuentra. Vuelve a vivir, vuelve a su oscuridad.


@Cris_Torregrosa y Ál. Fdez

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