jueves, 21 de agosto de 2014

Yo, pienso

¿No habéis pensado nunca que quizá el mundo no esté hecho para vuestras palabras? Diréis, ‘buah, ya se está fumando cosas’. Que no, que no, que yo no me fumo nada que lo digo en serio. Me refiero a cuando no nos entienden, por mucho que hablemos o justifiquemos lo que decimos y te sientes un idiota. Ya sabéis esa sensación de frustración por decir cosas sin ton ni son, que creemos que dicen algo y en realidad dicen otra cosa muy distinta.

Si no habéis pasado esa fase, tranquilos, poco falta. No lo digo por joder, lo digo porque es verdad. Será otra manera de avanzar, de cambiar la actitud, de empezar a ver las cosas de otro modo que no sea siempre el mismo. Yo por ejemplo, me he acostumbrado a dar opiniones pesimistas (algunos las han sufrido y se han cabreado) pero hace relativamente poco, ayer, hicieron que me diese cuenta que no solo hay una forma de mirar el sentido de las cosas, sino que hay mil formas y no todas van por el mismo camino.

¿Con esto qué quiero decir? Hay que ser fiel a uno mismo, pero con algunos límites para que no se sobrepase la ofensa. En realidad, hay cosas que no se pueden callar, todos tenemos ese bocazas dentro (unos más que otros) y no siempre es posible taparle la boca. Aunque también tenemos nuestro lado egocéntrico con el que defendemos un pensamiento con uñas y dientes. ¿De verdad es posible cambiar un estilo y unos principios?

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