sábado, 16 de noviembre de 2013

¿Qué fue de ti?

Es un día de muchos en el que no sé qué hacer cuando pienso en ti. Cuando las ideas están indefensas y solo les queda morir. El bolígrafo no se mueve y se estanca ante el papel. El metro ya no llama a la inspiración ni a mi imaginación. Las tardes no me cunden porque no sé cómo escribir. La guitarra no toma las drogas necesarias para hacer que un cúmulo de palabras haga sentir. Sigue siendo una hora inconexa entre acentos, puntos y comas. Y al libro de mi mesa le tiemblan las letras por temor a que no le entiendan. No me quedan historias para ilusionar. En lugar de impresiones y opiniones yo quería un ensayo para variar. Parece que no sale, parece que no va a más. Es tan fácil que se torna complicado, porque escribir no es andar, ni tampoco volar, es amontonar sentimientos y dedicarse a explotar.

Han pasado los años desde ti y he decidido cambiar. No sé nada. Cuando te marchaste todo se volvió gris. Aunque la claridad tardó su tiempo en salir. La oscuridad se resistía a claudicar entre lágrimas, versos sin magia y sin sonrisa. No sé qué habrá sido de la persona que me enamoró. De si seguirás como siempre o te dio a ti también por cambiar. Aunque el juego sucio que utilizamos siga empañando los meses de sentimientos. Ya no echo de menos tu habitual sonrisa de ojos. Ni los castillos que formamos y no se conquistaron nunca. No, eso tampoco. Solo me echo de menos a mí mismo. Mis letras con su chispa que tanto daba qué hablar. Porque esa luz era todo lo que me hacía soñar. Y escribir. Ahora no sé cómo hacerlo sin que parezca que hablo de alguien. Qué complicado se hace recordar. Es muy tarde para tanto sentimiento, muy pronto para decir la verdad. Sigo regalando palabras y sigo esperándolas llegar.


Ál. Fdez

No hay comentarios:

Publicar un comentario